Segundo disco de la valiosa trilogía de This Mortal Coil. Como sabemos, This Mortal Coil fue un proyecto con músicos del sello 4AD más otros músicos invitados dirigidos por el propietario de 4AD, Ivo-Watts Russell.
Filigree & Shadow fue publicado como album doble el 22 de Septiembre de 1986. Ocupó la posición # 53 del chart Inglés.
Para entender la idea que llevó a Ivo a realizar un album de tanta trascendencia como este Filigree & Shadow, tenemos que imaginarlo rodeado de músicos ajenos al sello, músicos experimentalistas creativos y curtidos aportando con nuevas ideas. El album en cuestión estuvo igualmente conformado por diversos covers re-interpretados en el estilo característico de 4AD, es, sin embargo, el concepto global lo que lo convirtió en una de las piezas más logradas de la era Rock, ya sea por la continuidad de los temas con elaboradas mezclas, por el tratamiento de los instrumentos y la más diversa gama de efectos, o por las notables atmósferas conseguidas (quizá el componente más importante). Todo ello le otorgó ese carácter artístico a este Filigree & Shadow. No es pues pura casualidad el acercamiento del pianista Harold Budd o del guitarrista Michael Brook al sello 4AD. Recordemos que por entonces Harold Budd venía trabajando con Cocteau Twins, en tanto Michael Brook compartía proyectos con Pieter Nooten (el cerebro del primer Clan Of Xymox). Ambos músicos vanguardistas fueron colaboradores y amigos de Brian Eno y su entorno. Budd participó en los discos The Plateaux Of Mirror (1980) y The Pearl (1984) de Brian Eno, en tanto Michael Brook participó en On Land (1982) y Thursday Afternoon (1985) también de Eno. No es simple coincidencia la semejanza en las atmósferas de Filigree & Shadow con las conseguidas por Eno en los primeros años 80. Es especialmente evidente en el soundtrack Apollo (1983) y en piezas como Matta o Drift por ejemplo. Las atmósferas de aquel disco fueron realizadas por Eno, por su hermano Roger y por Daniel Lanois. Los tres, colaboradores a su vez de Michael Brook en las grabaciones que éste realizó para la 4AD. Los acercamientos de Ivo a Eno y su élite, son indiscutibles.
Para el disco más ambicioso y mejor logrado de TMC, Ivo contó con la participación de Dominic Appleton (Breathless), Deidre y Louise Rutkowski, Simon Raymonde (Cocteau Twins), Richard Thomas (Dif Juz), Alan Curtis (Dif Juz), David Curtis (Dif Juz), Jon Turner (Dead Neighbours), Alison Limerick, Peter Ulrich (Dead Can Dance), Keith Mitchell, Richenel, Chris Pye (Wolfgang Press), Martin McCarrick (Siouxsie & The Banshees), Caroline Seaman (Heavenly Bodies), Mark Cox (Wolfgang Press), Andrew Gray (Wolfgang Press), Steven Young (Colourbox) y Gini Ball, entre los más importantes.
El primer disco encierra una obra de concepto más clasicista. Piano, violín y cello son decorados por ambientes sutiles creados por el sintetizador. Son remarcables las versiones de The Jeweler (original de los Pearl Before Swine), Meniscus (con Alan y David de Dif Juz en las cuerdas), y la suntuosa re-lectura del Tarantula de los Colourbox, con coros celestiales incluidos y un lúcido McCarrick en cello.
El segundo disco nos trae una obra aún más conceptual e impresionista. Al tipo de atmósferas antes referidas se suman innumerables detalles en la mezcla, durante, y entre las piezas. Especialmente destacable la voz aterciopelada de Alison Limerick en I Want To Live (original de Gary Organ / Bill Lamb). Los viajeros paisajes que a continuación se desarrollan están compuestos por diminutos instrumentales repletos de efectos, enlazándose uno tras otro como en Mama K’ y en el tema Filigree & Shadow, con ráfagas repentinas de sonidos que dan paso a obsesivos teclados en Fire Brothers con flanger y voz procesada a cargo de Dominic Appleton, o las hélices suspendidas de Thais I y la dulce vaporosidad de Must Have Been Blind (original de Tim Buckley)... las percusiones con ecos y los climas marinos sintetizados con el acercamiento gradual del llamado de una nave en A Heart Of Glass y tantos otros minuciosos detalles repletos de belleza y poder, como en las atmósferas panteónicas de The Horizon Bleeds And Sucks Its Thumb o en la re-lectura del Drugs de los Talking Heads en clave Space. Todo ello hicieron de Filigree & Shadow una obra maestra y una pieza imprescindible de la era Rock, sin más ni más. Disco para oídos privilegiados.
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