Cuarto album de Felt y el último para la independiente Cherry Red, el sello que los cobijó desde su formación al apagarse los años 70. Felt Estuvo formado por Lawrence Hayward (voz), Maurice Deebank (guitarra) y Gary Ainge (batería). Su música fue sencillamente Psicodelia Pop de gran riqueza melódica, alternando con climas reposados conseguidos por sus largos desarrollos y entramados guitarrísticos, hacia situaciones de rítmica más ágil.
Los tres iniciales albums: Crumbling The Antiseptic Beauty (1981), The Splendour Of Fear (1984) y The Strange Idols Pattern And Other Short Stories (1984), son prueba suficiente como para considerarles entre parte de lo mejor de la década de los años 80, re-inventando la Psicodelia de forma muy personal, con la siempre fluida e imaginativa guitarra de Deebank y la peculiar forma de vocalizar de Hayward. Sin duda, el manto de su influencia cubrió a muchas bandas de finales de década, algunas de ellas, pertenecientes a las filas de Creation Records, sello para el cual grabarían sus restantes discos.
Los Cocteau Twins, en el mejor momento de su carrera, destellarían sus chispazos de magia sobre el cuarto album de los Felt, Ignite The Seven Cannons And Set Sail For The Sun, publicado el 20 de Septiembre de 1985 y producido por Robin Guthrie, y en el que Elizabeth Fraser participa haciendo un magnífico dueto en la canción 'Primitive Painters', sin duda, de lo mejor del Pop Británico. Maurice Deebank, quien ya había lanzado un disco como solista, Inner Thought Zone (1984), decidió abandonar a los Felt. Con ello, la música del grupo nunca volvería a ser la misma. Al parecer empezaría su agónico final. La fuerza y la belleza que Deebank le imprimía a sus cuerdas ya no acompañarían más a la voz de Hayward. En su lugar reclutaron a Martin Duffy (teclados), razón por la cual el instrumento protagonista cambió, pero la destreza de Duffy no fue suficiente para respaldar y fortalecer las composiciones. Fue así como la música de la banda se tornó más débil y menos intensa, optando por algunas melodías de atmósferas serenas al piano. La segunda etapa de Felt es igualmente recomendable, aunque incomparable con la primera etapa y con Deebank en la guitarra. Con este album llegaron a la cúspide de su carrera. Difícil destacar alguna canción en particular. Todo el disco es una joya.
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