Disco debut de esta banda emblemática del sello 4AD, dirigida por Lisa Gerrard y Brendan Perry, quienes dieron vida a Dead Can Dance en 1981, en Melbourne, Australia. Lisa Gerrard provenía de una banda Postpunk llamada Microfilm que apenas editó un single en 1980. En tanto Brendan Perry provenía de una banda Punk de Nueva Zelanda llamada The Scavengers que luego cambiaría su nombre por The Marching Girls cuando sentaron bases en Australia en 1979.
En Diciembre de 1981 bajo el nombre Dead Can Dance, aparecen en una compilación de dos cassettes que se obsequiaban con el magazine Australiano Fast Forward junto a otros aportes de otros grupos igualmente desconocidos. El demo incluido en esta compilación fue 'Fatal Impact'. Tras el contacto con Ivo y el subsecuente fichaje en 4AD, se publica el 27 de Febrero el album debut Dead Can Dance (1984) con una propuesta emparentada con las sonoridades experimentales y paisajistas de otras bandas del sello 4AD, fusionadas a su vez con las atmósferas oscuras de la escena Dark de aquel entonces. Entre las piezas vocalizadas por la sentida voz de Lisa Gerrard (otra de las notables musas de Ivo Watts Russell), destaca 'Frontier' con sus climas tribales y fantasmales, 'Threshold' con la percusión marcial paseándose por la última morada de Ian Curtis, y 'Wild In The Woods' con su atmósfera panteónica. En adelante, toda esa oscura magia se perdería significativamente en los imprescindibles trabajos posteriores. Este debut en definitiva, es un obligado referente para mucho de lo que otras bandas desarrollarían en el futuro. Todas las piezas encierran conceptos distintos. Entre las interpretadas por Perry, 'East Of Eden' por ejemplo, posee un delicioso Swing marcado por una percusión galopante y un bajo contundente, además de arreglos de cuerdas recreando simultáneamente melodías superpuestas la una sobre la otra. Sin duda, uno de los mejores discos debut del sello 4AD. Otras canciones destacables son 'The Trial' y 'Fortune', en ésta última la influencia de Joy Division es obvia (inconfundible base rítmica), o la magnífica 'A Passage In Time' con su reptilesco bajo y final abrupto.
Disco imprescindible y mágico como pocos, muy personal e introspectivo. En este debut Dead Can Dance registra su lado más oscuro y experimental. Los posteriores albums de Dead Can Dance serían marcados por una evolución distinta en la que irían incorporando elementos del Folklore antiguo de diversas etnias y también arreglos sinfónicos contemporáneos de corte clasicista.
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